4 sept 2021

La Utilidad de un Teléfono Celular para los Becarios

Darwin Vásconez

Encargado de Becarios de Cayambe


Siempre he sido un poco reacio a aceptar las novedades de la tecnología; por eso, compre un teléfono celular buen tiempo después de que este se hiciera masivo en el país (En otras partes del mundo ya se había masificado unos años antes), con el Smartphone sucedió algo parecido, lo compré cuando no hubo más remedio, ya que veía que al no tener uno poco a poco me iba aislando de todo.

Por lo antes señalado, durante mucho tiempo pensé que un Smartphone era un lujo para un estudiante de colegio, es decir, un aparato tecnológico del que tranquilamente podían  prescindir. Sin embargo, en los últimos años fui cambiando mi manera de pensar a medida que ido conociendo las posibilidades que ofrece este tipo de tecnología.

En lo que respecta a los estudiantes me fui percatando de que no sólo utilizaban el celular para estar en contacto con sus amigos a través de las redes sociales, escuchar música y otras actividades de entretenimiento; sino también para realizar tareas (Word, Excel, Power point, se puede instalar en el teléfono), para consultar, para leer, para acceder a internet y con ello a todas las posibilidades que ofrece la red. Además, un celular es más asequible que una computadora, por lo que es una buena alternativa para las familias con menores recursos.

En este sentido, la pandemia y las consecuencias que se derivan de esta, han contribuido a incrementar la necesidad de que los estudiantes cuenten con un smartphone adecuado que les permita –por ejemplo- participar de las clases a través de Teams (Teams es la aplicación que utiliza todo el sistema educativo fiscal para las clases virtuales) y realizar las tareas.

Por las razones mencionadas es que pensamos que al dar un teléfono celular a los becarios estamos contribuyendo a que continúen sus estudios durante este tiempo de pandemia, pero también después, una vez que se supere la misma.

La realidad de los becarios de Cayambe con relación al contar con un teléfono celular propio es diversa, empero se puede dividir en tres grupos. En el primero –que son la mayoría- están los becarios que tienen un celular propio (Con prestaciones mínimas), pero que comparten el uso de dicho teléfono con sus hermanos menores (Lo cual es un problema, pues las clases se imparten en un mismo horario); por otra parte están los becarios que no tienen un celular propio, y por lo tanto se conectan a las clases utilizando el teléfono de sus padres. Finalmente, se encuentran los becarios (Una minoría) que tienen un celular propio, que no lo tienen que compartir con sus hermanos, pero –aún en estos casos- no todo es bueno, ya que el celular que tienen ofrece prestaciones mínimas (Por lo general, es un celular de segunda mano).

El mes anterior pude conversar con la becaria Mariana Arcos, por unos minutos (20 minutos aproximadamente), acerca de cómo le iba en el colegio. Ella –entre otras cosas- me contó que se conectaba a las clases empleando el teléfono del papá, el padre actualmente está desempleado así que durante la mañana -mientras Mariana tiene clases- pasa en casa, una vez que terminan las clases le devuelve el teléfono a su papá -que por lo general- sale a buscar trabajo, cuando regresa el papá –por la tarde- le da el teléfono a Mariana para que realice las tareas.

Pienso que este caso –que no es el más extremo- permite apreciar lo útil que sería proporcionar un teléfono (Smartphone) adecuado a los becarios. Adecuando en el sentido de que cuente con las prestaciones para que ellos puedan desarrollar las actividades educativas sin dificultad.(12 FEB 2021) 

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